Es muy normal escuchar a los padres esta pregunta. En la mayoría de los casos, hay que ir paso a paso. La música debe asimilarse de una manera natural y conseguir que el niño/a disfrute primero con experiencias de estimulación e iniciación musical. Hay que dar tiempo al tiempo y no mostrarse ansiosos porque empiece lo más temprano posible ya que eso no garantiza el éxito del aprendizaje ni lo convertirá en un prodigio musical.
El niño/a debe estar preparado para la práctica instrumental porque si no sabe lo que le espera, si no se le habla más que de teoría musical, clases instrumentales o exámenes, el aprendizaje de la música dejará de ser algo entretenido y atractivo. Se convertirá en una obligación y, probablemente, se sentirá presionado por la ilusión que han depositado sus padres. El tiempo que hemos querido ganar comenzando antes la práctica instrumental lo habremos perdido porque las posibilidades de abandono son mucho mayores. Y lo peor, el niño/a no querrá saber nada de la música y lo que podía haber sido una experiencia irrepetible y enriquecedora se habrá convertido en un mal recuerdo.
Es más arriesgado obligar a un niño a empezar demasiado pronto que hacerlo cuando se cree que es demasiado tarde. Si no está listo, la música le resultará muy difícil, se sentirá apremiado y presionado y pronto la rechazará. Esta precocidad es, de hecho, uno de los factores más frecuentes entre los que llevan al fracaso en los estudios musicales.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la madurez física necesaria para el aprendizaje de cualquier instrumento musical. Hemos observamos, a través de años impartiendo clase a niños/as, que en muchos casos el avance en el aprendizaje se ve ralentizado por una cuestión de desarrollo físico o de destrezas motrices que todavía no han desarrollado, pues corresponden a otras edades. El tamaño del instrumento, su peso, dedos pequeños que no llegan a determinadas partes del instrumento, la coordinación de manos y dedos,…son observaciones diarias de un profesor de instrumento. Los niños/as, con su capacidad de observación, se dan cuenta de este retroceso en el avance y en algunos casos, con motivación extra, continúan sus estudios musicales pero en otros, abandonan desilusionados y desmotivados.
A partir de los 6 años, los niños/as pueden abordar la música desde otra perspectiva porque ya tienen la madurez intelectual y desarrollo cognitivo suficiente para entender el lenguaje musical al mismo tiempo que su desarrollo físico le permite la destreza necesaria.
Por este motivo, la edad ideal para comenzar la iniciación instrumental es a partir de los 6 años y no debería comenzarse antes. En Musinnova, somos profesionales serios y comprometidos con la educación musical, por eso nuestro programa de iniciación instrumental Divertimento comienza a partir de los 6 años.
Lo más importante para iniciar a su hijo/a en la enseñanza instrumental es su compromiso, si le dedicas tiempo en acompañarlo en este proceso tan maravilloso, los resultados son asombrosos.
Musinnova, a través de su método, promueve la enseñanza natural y divertida del instrumento, transmitiendo el amor que sentimos por la música y contagiándoselo a nuestros alumnos/as. De esta manera, lo que en un principio podría ser una obligación se transforma en placer y en pasión por la música.
Consulta nuestro programa Divertimento de iniciación instrumental.