Ingredientes fundamentales en una dieta hipercreativa para el correcto desarrollo de personalidades originales

No imaginamos un día sin música como no imaginamos acostarnos sin nuestro cuento, qué
bonito es desarrollar la imaginación de los más pequeños a través de la lectura. En esta
sociedad en constante evolución tecnológica, los libros van perdiendo protagonismo mientras
los dispositivos incrementan su popularidad, pero ¿hay algo más entrañable que la voz de papi
o mami recreando personajes de cuento? ¿existe una melodía más evocadora que la canción
que nos cantaban desde el vientre materno o la primera que aprendimos a cantar
acompañados de nuestros seres queridos?

La música en vivo es como los buenos libros, un placer insustituible al que las nuevas
generaciones no deben renunciar. Con el paso de los años vamos añadiendo canciones a
nuestra personal “banda sonora” vital y vamos coleccionando también relatos que nos hacen
comprender la realidad que nos rodea. Numerosas investigaciones han demostrado que la
única conexión con la realidad que poseen los pacientes con Alzheimer en sus etapas más
avanzadas son las canciones de su infancia y juventud. La música deja huellas en nosotros. ¿No
me creen? Hagamos la prueba: ¿recuerdan la canción que les cantaba mami para calmarlos?
¿recuerdan la sintonía de aquellos dibujos animados que tanto les gustaban?¿reconocen la
banda sonora de su película favorita? Seguro que sí.

Nos encontramos un mundo cambiante y una de las cualidades más valoradas en la actualidad
es sin duda la creatividad y, en palabras de Einstein “el cerebro no es un vaso por llenar, sino
una lámpara por encender”. La pregunta que todos nos haríamos llegado este momento es
¿cómo encendemos esa lámpara? La respuesta sin duda, no es actual, la respuesta viene de
muy atrás, los antiguos romanos ya decían “Mens sana in corpore sano” o lo que es lo mismo,
debemos cuidarnos por dentro y por fuera, aportando calidad a la formación intelectual,
atlética y espiritual.

La lectura nos aporta variedad, disponemos de extraordinarias bibliotecas donde buscar el
género que más nos cautiva. La educación física forma parte de nuestra educación obligatoria
y la música contribuye tanto a la intelectualidad como a la espiritualidad, no es casual que la
musicoterapia tenga cada vez más presencia en la etapa de infantil. La música contribuye a la
relajación y en el estado meditativo es cuando nuestro cerebro se conecta y pone en marcha
su proceso relacional del que surgen las ideas más brillantes y creativas.

La música no aporta únicamente conocimiento musical, aporta herramientas útiles para la vida
adulta, nos prepara para afrontar las relaciones interpersonales, nos motiva a la autocrítica, a
encontrar nuestros errores y enmendarlos, para empatizar con las personas de nuestro
entorno, para valorar el trabajo colaborativo, el esfuerzo, la paciencia, etc. Hay quien cree que
solo los que van a dedicarse a ello profesionalmente han de estudiar música, pero ¿solo
practican deporte los que tienen intención de ser olímpicos?

Ofrezcamos a los más pequeños la posibilidad de crecer felices, sanos por dentro y por fuera.
¡Más música!

Vicenta Gisbert Caudeli

La música forma parte de nuestra vida desde que comenzamos a escuchar la voz de nuestra madre tarareando una canción, las melodías de los dibujos animados, las canciones de amor que nos hacen suspirar en la adolescencia, recordamos nuestra vida mediante fragmentos que componen un puzle musical.

El oído es uno de los sentidos que antes se desarrolla. Crecemos con ritmo: el corazón, la respiración… La música nos acompaña cuando la edad nos borra los recuerdos, solo las canciones nos ayudan a recordar al desconocido que vemos en el espejo.

La música no es sólo aprender a tocar un instrumento, no consiste en convertirse en un “mini Mozart”, aporta valores fundamentales para desarrollarnos plenamente: aprendemos a trabajar en equipo, adquirimos paciencia para esperar el momento de tocar nuestro solo en la orquesta, desarrollamos la capacidad de expresarnos mediante nuestro instrumento o nuestra voz, nos emocionamos, sabemos que para que los resultados sean óptimos hay que ser un trabajador constante, valoramos la belleza, mejoramos la escucha y favorecemos el aprendizaje de idiomas, aumentamos la comprensión matemática, nos hace críticos a la hora de captar los errores y corregirlos, nos ayuda a relacionarnos con los compañeros, etc.

Hay numerosos estudios científicos que dejan constancia de la repercusión que tiene a nivel cerebral el aprendizaje musical en la infancia y a pesar de ello, se sigue investigando al respecto. No solo porque la educación musical despierta y desarrolla la atención, la concentración y la memoria, sino porque además contribuye al autocontrol, al desarrollo intelectual, interpersonal, psicomotor, físico, neurológico y afectivo.

Los psicólogos recomiendan aprendizaje musical en casos de timidez, en casos de separaciones, cuando hay pérdida de un progenitor, cuando hay cambios de carácter por la llegada de un hermanito… y es que “la música amansa a las fieras” dice el refranero.

Cuando las palabras no bastan, las hermosas melodías pueden decir lo que sentimos. Tocar un instrumento es mucho más que un hobby, es una forma de vida. Los médicos curan el cuerpo, los psicólogos la mente y la música sana el alma.

La música es una magnífica terapia en el tratamiento de muchas enfermedades, a través de la música los pacientes con Alzheimer recuperan parte de sus recuerdos, mediante música se atenúan dolores de enfermos terminales, la música acompaña a los bebés prematuros para mejorar su desarrollo y contribuir a su bienestar, y podríamos seguir enumerando infinidad de tratamientos que se sirven de la música como una herramienta.

Nos gusta que nuestros alumnos aprendan experimentando, lo que se aprende de memoria se olvida, lo que se practica mediante repetición se recuerda un tiempo, pero lo que se aprende jugando se recuerda toda la vida.

La música es una herramienta fundamental en el aprendizaje infantil, mediante canciones aprenden las estaciones, los animales, se amplía vocabulario, se transmiten las tradiciones, etc.

Desafortunadamente vivimos en una sociedad en la que se valora lo objetivo, lo cuantificable, parece que todo lo que no se puede medir carece de valía. Los estudiantes se preocupan de las calificaciones en lugar de aprender, los mayores se preocupan de rellenar los horarios de sus hijos y no por acompañarles en su aprendizaje, los profesores programan los objetivos, contenidos y procedimientos en lugar de preocuparse de que su alumnado sea capaz de pensar y cuestionar la sociedad en la que viven.

La música, tradicionalmente una asignatura “maría”, aporta a los alumnos mucho más que un simple festival en navidad o final de curso, la música tiene el poder de despertar inquietudes en los jóvenes que pueden llevarles a ser felices, a sentirse plenos, a disfrutar de la vida. Al fin y al cabo, ¿para qué estamos aquí si no es para ser felices? Crecer con música es crecer feliz.

Por Vicenta Gisbert Caudeli, codirectora del Proyecto de Educación Musical Musinnova

Fuente: https://diariodeavisos.elespanol.com/2019/06/el-poder-de-la-musica-en-los-ninos/

Los padres comprometidos con el aprendizaje musical de sus hijos suelen invertir mucho tiempo y esfuerzo en la formación de los más pequeños, horas de cafetería, lectura y espera, con desplazamientos añadidos, colas y prisas para llegar a tiempo. ¿Y si en lugar de esperar la salida de sus hijos pudiesen compartir el aula de música?

Las clases se convertirían en un espacio de complicidad, empatía y vínculo intergeneracional. Es un aprendizaje compartido, sin importar la edad, disfrutando de cada logro, apoyándose en cada dificultad, ¿no sería una extraordinaria forma de cumplir los sueños de los más grandes y compartir experiencias musicales con los más pequeños?

Musinnova desarrolla desde hace varios cursos escolares este programa de formación familiar, porque es una bonita experiencia ver crecer juntos a grandes y pequeños y porque además resulta práctico, en lugar de esperar, los papis y mamis invierten su tiempo aprendiendo de manera conjunta.

Especialidades instrumentales diversas: canto, violín, violonchelo, guitarra, batería, piano, saxofón, clarinete, trompeta, oboe, para todos los gustos y preferencias. El aprendizaje instrumental mejora la comprensión matemática y la motricidad fina, el canto amplía vocabulario y pronunciación, el trabajo colectivo mejora la socialización y la transmisión de valores que nos preparan para la vida adulta: esfuerzo, constancia, cooperación, respeto y si papá o mamá cometen los mismos errores que nosotros y pueden superarlos, se convierten en modelos a seguir, en estas sesiones además de aprender a tocar un instrumento fortalecemos la relación paternofilial.

Se acabaron las excusas: no tengo tiempo, es muy difícil, siempre tuve ganas pero no tuve la ocasión… Ahora tenemos la oportunidad de formar parte de la educación musical de nuestros hijos. Disfrutemos juntos de la experimentación, de una metodología basada en la intuición e interiorización de destrezas que nos facilitan la comprensión del código musical. No más música aburrida, hagamos de la música un divertido juego en familia con el que disfrutar del tiempo de ocio, aprendiendo juntos y superando cada dificultad con estudio y dedicación.

Reservemos un espacio semanal para una actividad especial, el aprendizaje musical se convertirá en nuestro particular paréntesis de la rutina laboral.  Vamos a activar nuestras conexiones neuronales, mejorar la memoria, nuestra atención, capacidad de escucha, coordinación y oído, cada clase un nuevo reto, puede no ser fácil pero sin duda merecerá la pena. Un equipo de docentes al servicio de cada alumno, sin importar la edad, únicamente con el compromiso de guiar el camino de los que desean disfrutar del aprendizaje musical.

Por Vicenta Gisbert Caudeli, codirectora del Proyecto de Educación Musical Musinnova

Fuente: https://diariodeavisos.elespanol.com/2019/08/musica-en-familia/

Musinnova lleva la música a todas las edades.

Por eso, celebramos con frecuencia nuestra actividad “Armonía en familia” que se encarga de la estimulación temprana dentro del programa Preludio musical.

Nuestro último encuentro lo hemos realizado el 14 de febrero, una fecha muy especial para regalar amor y música. Ya nos encontramos preparando el siguiente.

Los bebés y sus familias disfrutaron de un encuentro único como experiencia sensorial: canciones, música en vivo, masajes, actividades de estimulación auditiva y motora, instrumentos musicales, ejercicios rítmicos, actividades de relajación,…un programa completo. Y lo más importante, hicimos partícipe a las familias para ayudar a crear, gracias a la música, nuevos lazos de unión y comunicación con sus bebés.

Y como interpretamos la música siempre en vivo, los bebés asistieron encanIMG-20140215-WA0000tados al que seguro fue uno de sus primeros conciertos de música. Sorprendentes las reacciones: caras de felicidad, ojos curiosos, bailes espontáneos, palmas,…y cuando llega el momento de la relajación, muchos acabaron durmiendo en los brazos de sus padres. Una experiencia inolvidable para Musinnova.

Pronto comunicaremos las siguientes fechas de nuestro taller “Armonía en familia”.

Consulta el programa preludio musical para más información