Buenas notas tocando notas

La música y las buenas notas

Un estudio se centra en la influencia de la música a la hora de lograr obtener buenas notas.

Los niños y niñas de primaria que participan en el proyecto Amure están ya en la recta final de este experimento que pretende “verificar en qué medida la práctica del aprendizaje musical tiene efectos sobre el desarrollo cognitivo y el rendimiento académico”, así como sobre “las actitudes, la disciplina y los hábitos educativos”.

Si el experimento, coordinado por la Consejería de Educación y la Universitat de València, continúa es porque los resultados provisionales del primer curso han sido “esperanzadores”, en expresión cautelosa utilizada entre los implicados en el proyecto. Un 77,5% de los niños que reciben clases de música dentro del proyecto Amure mejora el rendimiento escolar sacando buenas notas, fue el dato que la consejera de Educación, María José Català, anticipó el jueves en el congreso nacional de conservatorios.

Los resultados obtenidos

Buenas notas tocando notas
Esa mejora del conjunto piloto de 40 alumnos, que se produjo en solo un semestre, es un 15% superior al número de alumnos que mejoró en el grupo de control (otros 40) que no recibe clases musicales. La proporción de alumnos de este segundo grupo que mejoró el rendimiento fue de un 62%. Los datos del informe provisional que maneja Educación no son concluyentes, pero si indicativos, puesto que ya reflejan divergencias entre un grupo y otro. Aunque se refieren a un corto periodo de tiempo de exposición a la formación musical (el segundo y tercer trimestre del curso 2012-13), los efectos son “inmediatamente perceptibles en el ámbito actitudinal” y el efecto “sobre las calificaciones es progresivo”.

En cuanto a las notas, el grupo Amure experimentó una mejora global del 13,2 % en sus calificaciones, mientras que el grupo de control lo hizo en un 9,3%. De alguna manera, las notas musicales animan a las académicas. “Las asignaturas con índice de mejora son castellano, valenciano, educación artística y educación física”, en mayor medida estas últimas, explica el informe de resultados. En todas estas asignaturas, “la proporción de estudiantes que mejora es siempre superior” en el grupo que recibe clases de música, con diferencias que van del 5% hasta el 15%.

Cambios a medio plazo

Buenas notas tocando notasEl informe advierte que «los cambios cognitivos que requieren mejoría en estas áreas se producen a medio plazo, no de forma inminente». Aunque la comparación de las notas se hace entre la primera evaluación del curso (diciembre de 2012) y la última (junio de 2013), y los datos son claramente provisionales, hay «considerables indicios que apuntan a que la formación musical tiene efectos perceptibles sobre el rendimiento académico».

Esos indicios señalan también una mejoría en actitud hacia el aprendizaje, aumento de motivación y refuerzo de los hábitos de estudio y la disciplina, así como en la atención y la autoestima, según cuestionarios cumplimentados por docentes y familiares.

Fuente: www.abc.es